martes, 19 de abril de 2011

Algunas fotos de la jornada EBT

Bueno, aquí van algunas fotos de la jornada sobre dosimetría con radiocrómica.

Si alguno de los fotografiados tiene problema en aparecer en estas imágenes, solo tendrá que mandar un correo electrónico al autor.

En primer lugar, las señoras y señores asistentes. Mirad, que atentos están. Para que luego digan que los físicos somos gente despistada.
















Ponencia 1: Damián Guirado (H.U.San Cecilio, Granada)





















Ponencia 2: Fraçoise Lliso (H.U. La Fe, Valencia)




















Ponencia 3: César Rodríguez (Hosp. de Fuenlabrada, Madrid)




















Ponencia 4: Gregorio Arregui (ONCOSUR/CROASA, Granada)




















Ponencia 5: José Carlos Ramírez (H.U. Virgen de la Victoria, Málaga)





















Ponencia 6: Lluis Escudé (Clínica Teknon, Barcelona)




















Ponencia 7: Alejandro García (H.U. Lozano Blesa, Zaragoza)




Gracias a todos, de nuevo, por vuestra participación.


domingo, 17 de abril de 2011

Tortura china

Bueno, lo digo para que nadie se llame a engaño: alonsista convencido... pero me gustan las carreras lo suficiente para disfrutar del trabajo bien hecho de un ingeniero o un mecánico, o cualquier otro piloto.

No pude hacer una entrada en la carrera inaugural en Australia en la que hubiera cantado, sin pudor, las alabanzas al trabajo de Adrian Neway, en contra de la opinión, muy extendida, de que los RBR tienen un alerón ilegal. Ni pude llamar a este borrador ''agonía malaya'', como estaba previsto. Pero es que aunque avisé que este blog también hablaría de F1, lo cierto es que entre los japoneses con sus nucleares y los radiofísicos con sus reuniones frikis, no tiene uno tiempo de ''ná''.

Así que vamos a empezar el lío con este GP de China, que ''mardita la grasia'' por más flamenco que aprendan. Y aviso, esto tendrá un toque de humor que es lo único que no nos pueden quitar a los pobres.

Una vez más, me parece excelente que Massa compita contra el asturiano, y el emparejamiento de la salida creo que deja bien claro que este no debe esperar regalos que por otra parte no necesita. Esperemos que este año Felipe no repita las rabietas que tantos quebraderos de cabeza provocaron a su equipo y acepte, más allá de los lances, la superioridad cuando esta se manifieste. Hoy, al contrario que en Malasia, Fernando hizo, con igual estrategia, peor carrera que Massa, que tampoco estuvo brillante, pero es que este ferrari no está para brillar, y mucho me temo que no lo estará en Turquía. Si, como dicen por ahí, el problema es de tunel de viento, este año se va a ir a tomar el idem, porque difícilmente se resuelve eso en un par de noches.

Los RB han demostrado de nuevo su superioridad, pero esta vez los Mclaren no solo han mantenido el tipo, sino que han vencido, con un Hamilton que ha aprovechado la estrategia acertada de su equipo (supongo que estará pensando: ''veis, con estos de Mc hay que tener mano dura y darles unos ''azoticos'' verbales para que espabilen'', lo digo por sus quejas en Malasia). Es cierto que la remontada ha sido cosa de Webber, pero mirando tiempos, y con igual estrategia, el australiano solo pudo recuperar una diferencia que no llegó nunca, antes de que comenzara el lío estratégico) a más de 15'' (hablo de memoria) respecto a Button, y acabó a 7'' de Ham, que en ningún momento estuvo (repito, antes de la primera parada) a más de 12. Así que, un promedio de... 10'' en 56 vueltas, unas 150 milésimas por vuelta. Bueno, están ahí, pero no son insalvables. Alonso terminó a 23 de Webber, que empezó con una diferencia de 10 segundos, lo que es más de medio segundo por vuelta, de promedio, en buena parte, es cierto, culpa de la estrategia.

Comparemos con Vettel... 25'', más de 4 décimas por vuelta. Creo que a tres paradas, Vettel habría vencido sin muchos problemas. A Felipe le sacó 10'', y esto es lo que me rompe los esquemas. En el promedio hasta la fecha, con clasificación y carreras, y descontando los problemas mecánicos, Alonso ha venido siendo entre 2 y 4 décimas más rápido que el brasileño, en promedio. Y de pronto ocurre esto, y Alonso dice: ''ningún problema, fuimos lentos toda la carrera''... Sí, Fernando, pero unos fueron más lentos que otros, joeeer... Como con la muerte de JFK, creo que nunca sabremos realmente que pasó en China 2011... ah, no, que lo de la muerte de JFK ya sí lo sabemos. Habrá que esperar otros 30 años.

Por lo pronto, solo nos queda ir disfrutando de la lucha entre Mclaren, esa maquinaria de hacer bólidos vencedores, y el genio y la experiencia de Mr. Newey. Ya se sabe, la F1, esa fiesta de ingleses y para ingleses en el que unos italianos cabezones y un asturiano (la tozudez, por tanto, se le supone) se empeñarán, estoy seguro, en colarse para beberse el champán y ligarse a las ''chatis''...

Ese sí es el deporte preferido de los latinos: fastidiar a los ''gentlemans''.

Voy a analizar los tiempos de carrera y a graficarlos para incluirlos en esta entrada. Espero tenerlos esta tarde.

actualizado a 20 de abril

Los gráficos. Tengo que aclarar que los tiempos de la primera vuelta están redondeados a segundo pues la FIA los suministra desde la apertura del pit para la formación de parrilla, así que los gráficos deben verse de forma relativa, es decir, como evoluciones, no absolutas, pues las diferencias absolutas pueden incluir un error de casi un segundo, por ejemplo, la diferencia final real entre Massa y Alonso fue de 14.8s mientras en mi gráfico esta diferencia es de 14.1 y esas 7 décimas deben sumarse a todo el gráfico, pero la diferencia entre Schumi y Alonso fue de 0.4s pero en mi gráfico es de 0.8, de nuevo es necesaria una corrección que no cambia el comportamiento global).

El primero, la diferencia Massa-Alonso y Schumacher-Alonso. Se muestra como el ritmo de ambos ferraris fue idéntico hasta que Alonso alcanzó a Schumi. A partir de ahí, el ritmo de Alonso decae hasta las últimas 8 vueltas, y esto es lo más sorprendente de la carrera china (los saltos bruscos corresponden a las entradas en pit, y se ve como la diferencia Alonso-Massa ''salta'' de menos de 1 a 4 segundos)


Comparamos en la segunda las diferencia Massa-Alonso con las diferencias Webber-Vettel.












con la diferencia Rosber-Schumi (ambos hicieron su último pit en la misma vuelta pues la diferencia en ese momento, 30'', lo permitía). Nico muestra un rendimiento similar al de Alonso respecto a su compañero. 



y por último, con la diferencia entre Button-Hamilton. Jenson anduvo muy igualado con Ham toda la carrera, salvo el último cuarto.

domingo, 10 de abril de 2011

Jornada sobre dosimetría con película radiocrómica

Bien, ya pasó. Han sido días de trabajo y tensión, deseando que todo saliera lo mejor posible, y creo que hoy podemos sentirnos satisfechos. Creo que esta jornada sobre dosimetría con película radiocrómica, organizada por el Hospital Universitario San Cecilio, de Granada y realizada en el Departamento de Física Atómica, Molecular y Nuclear de la Universidad de Granada, con la colaboración de la Sociedad Andaluza de Radiofísica Hospitalaria, puede considerarse un éxito y ha cumplido sus objetivos.

La jornada recibió una buena acogida por los profesionales, que procedentes desde toda la geografía del país completaron las 40 plazas disponibles. Siete ponentes, de otros tantos hospitales, expusieron sus experiencias con la película EBT2: Damián Guirado (H.U.San Cecilio de Granada, Françoise Lliso, del H.U. La Fe de Valencia, César Rodríguez, del Hospital de Fuenlabrada, Madrid, Gregorio Arregui, de ONCOSUR, Granada, José Carlos Ramírez, del H.U. Virgen de la Victoria de Málaga, Lluis Escudé, de la Clínica Teknon de Barcelona y Alejandro García, del H.U. de Zaragoza.

Sus ponencias, que pronto estarán disponibles en la página web de la S.A.R.H. (junto con los vídeos), permitieron a todos los asistentes adquirir una perspectiva general del estado actual de esta técnica dosimétrica y de los problemas prácticos y limitaciones que su uso conlleva.

La jornada pudo finalmente retransmitirse en la web, a través de la página de ustream y la retransmisión fue seguida por 19 compañeros, diez de los cuales participaron en el chat formulando preguntas. Si bien la imagen de video no tiene una alta calidad (por limitaciones técnicas, principalmente) el sonido se registró con calidad suficiente para seguir las ponencias. Esta primera experiencia de difusión nos anima a continuar en ese camino y proponer la puesta en marcha de una iniciativa docente más ambiciosa, que se plasmaría en una red de formación virtual de radiofísica hospitalaria, soportada por aquellos centros que deseen participar.

Tengo que agradecer a todos los asistentes, presenciales y virtuales, su participación y su activa colaboración. Espero que, como yo, todos guarden un buen sabor de boca de esta jornada y se hayan ido con la sensación de haber participado en una iniciativa interesante que significará un punto de inflexión en la forma en que estos eventos se desarrollarán en el futuro.

Pronto colocaré aquí el resumen oficial de la jornada.

viernes, 1 de abril de 2011

Brings the boys back home


Un flasback. Febrero de 1980. 8º de EGB. Preparamos la obra de teatro anual con la que el colegio recauda fondos para financiar el viaje de estudios. Estar en el grupo que organiza o protagoniza el evento nos permite librarnos de clases para ir a la discoteca donde se estrenará a hacer los preparativos... la cosa promete: cigarrillos, amiguetes y música. Gracias a mi hermano y mi cuñado, la música se ha convertido, desde el verano anterior, en parte fundamental de mi ocio (que, por otra parte, es el 90% de mi tiempo en esos momentos, y no soy capaz de recordar a que dedicaba el otro 10%). El hijo del dueño de la discoteca es colega y nos permite pinchar lo que queramos. Allí, entre cientos de discos incunables, y casi recién llegado a nuestro pueblo, hay un disco con una portada muy curiosa: un muro blanco en el que puede leerse, sencillamente,

Pink
Floyd
The 
Wall 

Fue mi primer descubrimiento musical autógeno... y sigo recurriendo a su sonido inquietante cuando necesito un poco de aislamiento ensimismado.

31 años después, tengo al fin la oportunidad de escucharlo en directo. Pink Floyd ya no es Pink Floyd, y mi ocio ya no ocupa el 90% de mi tiempo (a pesar de que lo intento desesperadamente), pero Roger Waters sí sigue siendo Roger Waters (a dios gracias) y su perseverancia nos reconcilia con lo mejor que se nos quedó en el camino.

Así que un día del pasado diciembre, y presa de un más que insano envenenamiento etílico, en plena fiesta de cumpleaños de una buena amiga, tiro de internet y visa y compro catorce entradas para otros tantos valientes. El niño atormentado por maestros, madres, mujeres y drogas, que cuenta ya más de 65 tacos, dará en Madrid dos conciertos, y en uno estaré yo (seguramente habrá más gente, pero a mi lo que me importa es que, esta vez, estaré yo, otra vez con amigos y tabaco).

El pasado viernes se cumplió la exigencia y los chicos volvieron a casa, y volvieron de forma triunfante.


El palacio de deportes se llena poco a poco, es la hora, unos minutos de retraso. Suena la megafonía: vamos a empezar. El señor Waters quiere decirnos que está autorizado hacer fotos (mierda, no traje la cámara haciendo caso a las instrucciones de la entrada. Gracias a dios, mi amiga Conchi lleva la suya y voy a machacársela). Esto es una buena forma de hacer amigos (pienso).


Un preludio suave de trompeta da paso a fuegos artificiales con In the flesh?. Después sobrevuela nuestras cabezas un avión en picado que se estrella envuelto en llamas contra el omnipresente muro.

El muro crece, y poco a poco aísla del mundo al músico. Su música no, su música sigue inundando un pabellón de deportes que me sorprende con una acústica magnífica, que no desmerece la calidad visual y sonora del espectáculo. Porque lo mejor, lo mejor de todas esa noche (aparte de la compañía y las miradas cómplices de los amigos y de Lola, que me confirman que sienten como yo el momento), lo mejor, digo, es la impresionante calidad musical y la perfección del sonido. Todo está perfectamente sincronizado, los intérpretes son virtuosos discretos y humildes. La mezcla es exacta, precisa, ninguna estridencia, ningún rumor indigesto en los oídos. El LP del concierto de Berlín (con algunas bajas significativas, que no se echan demasiado de menos) se despliega ante nosotros con precisión, en directo. Mejor incluso, más espontáneo, menos barroco. Alucinante.


Después de un poco de hielo, al fin el primer ladrillo del muro: Daddy, what you leave behind for me?


Y sin solución (de continuidad), los días más felices de nuestra vida.


Aparece en escena el monstruoso profe con su fusta, el segundo ladrillo, y un coro de niños canta... we don't need no education... taaaan, tachaan, taaaan ta-taaaa-tam... ey, teacher, leave the kids alone!!! el profe se acojona y se va. Adios.


Ahora RW se centra en su hiperprotectora madre, tal como la trajo al mundo (es decir, como la cantó por primera vez en directo, el solo, con su acústica). Se proyecta en la pantalla y el muro, en un monocromo radical su imagen juvenil en aquel concierto, haciéndole el acompañamiento perfecto.
Unos bombarderos amenazantes descargan su mortífera carga de símbolos: cruces, medias lunas, estrellas de David, hoces y martillos, dólares, conchas de shell... ruina, y claro, al bueno de Roger ''need a dirty woman''.



Un inquietante rostro de mujer llora en el muro lágrimas rojas y verdes mientras suena don't leave me now.  El sonido estalla.

Tercer ladrillo. I dont need no drugs to calm me. El muro se está cerrando.




Goodbye cruel word, canta Rogers asomado al último hueco de su muro. Es el intermedio, pero nadie se mueve. Todos miran pasmados a la blanca pared. Algún guiño, un beso, un apretón de manos... Se proyectan imágenes y fichas de muertos y desaparecidos en guerras declaradas o no. 






Reaparece con Hey You (Together we stand, divided we fall). Melódica, redonda, suena mejor que en disco. Impresionante.


Sí, Rogers, estamos aquí afuera, al otro lado de tu muro. Algunos huecos en el muro a media altura nos dejan ver a los guitarras.













Ahora, abajo, un hueco algo mayor nos muestra a Waters en su triste habitación. Nadie en casa.


En el muro se proyecta ahora una escena real de un documental que nos muestra a una niña emocionada cuando en su clase entra un soldado que resulta ser su padre: Bring the Boys Back Home. El sonido se vuelve filarmónico, grandilocuente, casi marcial.












Y de ahí al sonido melodioso e indolente de comfortably numb. No es Van Morrison (como en Berlín) pero ni falta que hace. Canta Waters desde el suelo y desde lo alto del muro la réplica de la segunda voz y el guitarra. El muro se retuerce en una espiral lenta y vertiginosa. Se oscurece. Suena In the flesh.